miércoles, 10 de febrero de 2010

El dedal de Marichalar


Ya sé para qué le sirve ese dedal de Marichalar a la familia real: para despedirlo, porque para currar dando puntadas no va a ser. Adiós don Jaime, adiós.

6 comentarios:

Lo cortés quita lo valiente dijo...

No creo que a don Jaime de Marichalao, como lo llaman en los corrillos madrileños, haya que despedirlo de esta forma, dedicándole un simple dedal después de que el matrimonio le sentara como anillo al dedo a la Infanta, recuerde que hasta aprendió a vestirse según su exquisito gusto, no sabemos si también a desquitárselo.

Puede que a Sarah Ferguson le guste tener su propio dedal, pero aquí el gesto es prematuro. Marichalar no sólo dará que hablar, sino que también tiene mucho que decir, ¿lo iremos?

San Ateo dijo...

A lo mejor termina dando tumbos por programas como "DEC", Sálvame" o "La Noria", quién sabe.

Henry Jarrod dijo...

...Y encima lo sacan del museo de cera. Es un crimen.

Fernando Phinteño dijo...

Toda la cera arde.

Anónimo dijo...

Querrás decir que no hay más cera que la que arde

Fernando Phinteño dijo...

Ojalá pero no. Al menos queda el consuelo de que al final, tarde o temprano, toda la cera arde.